
Rafa Nadal nunca había perdido un partido de Roland Garros y llegó su 'amigo' Soderling y le echó del torneo en octavos de final. Primero le ganó un set, el español empató el partido y el sueco se llevó los dos siguientes como si se hubieran cambiado los papeles. Robin Soderling parecía un número uno y Rafa Nadal un tenista que estaba jugando su primer gran partido en un Gran Slam. De hecho, el sueco nunca había pasado de tercera ronda en un grande. Y a la primera se creció y dio la sorpresa al pasar por encima del mejor del mundo y tetracampeón de Roland Garros.